lunes, 21 de octubre de 2013

La mujer emprendía un camino para salvar a su hija que al final nació muerta. Por falta de amor, no de la madre, sino del mundo. Todavía falta recortar algunas hojas y ponerlas al derecho porque las cosimos mal. El libro no se termina, como la carta, como todo esto, hasta que sí. Hasta que baste un soplo para regresar a la tierra y contarle al mundo que nos conocimos: y la aguja perfore el papel y el hilo rasgue el algodón y las letras estén parejitas. Es una cosa única esta que se escribe entre páginas. Es perfecta en su distancia y en su entenderse. Pura ternura, puros roces, sonrientes y quedos, como una prensa.

-Pásame una A.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Hay que elegir un color hasta para escribir sobre el sol.
Son las ganas de ponerse afuera.
Yo digo que el sol brilla más en las piedras que en el aire.
Pienso en todo lo que suena mientras dormimos
desnudos o apenas con calcetines.
El mundo sigue a pesar de que se nos detenga el tiempo.
La gente sigue necesitando gas y pan.
El fierro viejo sigue necesitando un lugar a dónde ir.
No deseo nada.
En esta quietud me siento blanca, ligera;
asoleada como una sábana.
Discreta y expuesta como un croissant recién tostado.
Salivo con el ruidito que haces con la mantequilla
cuando la untas con el lento antojo de abrir los ojos.
El primer acto generoso es la mirada.
La conexión más violenta con la luz.
Entonces inicia el baile de dar brinquitos atrás,
y con piruetas distraídas nos esfumamos 
en los vestiditos de encaje
y las bailarinas de obturador.

domingo, 2 de diciembre de 2012


Los corazones
cuando se rompen
suenan a nada.

Al final lo que queda
es sentir
avisar la llama
¿Por qué
queremos
hacer siempre
algo 
con todo?

Presas del pánico
rascando la superficie
del otro
como ratas
para poseer
lo que amamos
y justificar
y salvarnos
en el amor.

Y, a duras penas
la luz logra
revelar lo oscuro.
El dios no es dios
el dios es el amor.
La ilusión perfecta
de la inmortalidad.
Sacamos del río
hasta las piedras
para amasarlas todas
y edificar paredes
con nuestro propio nombre.

A la mierda.

martes, 20 de noviembre de 2012



 








Todas estas gotas de agua que ni cola tienen
están en la carrera de llegar primero
a fecundarte una sonrisa.

Nadie sabe de dónde vienen.
Simplemente aparecieron un día 
en medio de todo. Diminutos imanes.
lengüitas de plata tragando luz.

Rebaño de poros pastando tu barba
es lo que soy
ahora que lo contemplo
que lo provoco
con las pistolas de fuera
y todas estas balas
rellenas de azul eléctrico.

jueves, 18 de octubre de 2012

Suspendamos las tildes. Es todo esto como vivir sin acentos. Como colgar de imprevisto. Estira los pies para ver si te llegan al suelo. Pero soltando del otro lado. Eso. Estás comprendiendo el punto.

Al fin y al cabo todo puede verse desde las nubes o desde la lava o desde la circunspección de la superioridad numérica, física, intelectual y o nomás un caso de ego descompuesto. Es que ya no los hacen como antes. Ahora todo un examen de resistencia al dolor para acabar haciendo lo que uno hizo la vez anterior, sea lo que sea que esto haya y siga siendo.

Las cartas cambian de manos todo el tiempo. Probablemente sean lo más sucio que exista en el planeta. Más que el dinero. Porque uno hace cosas de todo tipo por el dinero, pero muy pocas cosas por las cartas, es decir uno quiere ganarle la mano a la vida sin jugar y a la vida no hay quien le gane.


martes, 7 de agosto de 2012



Todo esto para decir, que me las arreglo con el tiempo.
Tanto pasa desde adentro de la jaula; empezando por los periquitos australianos y el polvo amarillo de olvido que brilla en todos lados.

Un rincón de la cocina tatuado de mugre de vida nos vigila.

El miedo y la propuesta se hacen columpio, los pies cuelgan por encima de la hierba dejando un soplo de algodón tallado y arrugas tibias dulces viejas amargadas.

La casa tiembla, como papel de china que nunca se ha mojado.
Se quiere hacer la impalpable pero seguir en el aire hasta hacerse sentir cuando haga frío y la noche se estrelle contra las tormentas.
Entonces la sangre de todo lo prometido escurrirá desde los muros, dejando libre la soledad que se arrellana en las verdades.
Entonces veremos.



miércoles, 27 de junio de 2012


A pesar de los ojos abiertos me siento colgar de la fantasía.

Tengo una colección de recuerdos vagos como luciérnagas de noche
y ganas de oler.
meter la cabeza debajo de la camiseta e inhalar el ácido esternón que vive ahí dentro.
Las ganas son como dibujos que cambian
de sueño cuando los tocas
se trazan a punta de intentos.

Tengo un montón de símbolos y señales, para jugar al malabarista.
Vamos a intentar explicar los roces,
los abrazos demasiado largos y las sonrisas.
Seguro está en algún libro.

Confieso que evoco los dedos.
Los dos de la mano derecha,
el índice y el medio.
Sueño que me penetran suaves, silenciosos y sonrientes.
Frotan y frotan hasta hacernos pólvora.
Debajo de mi falda negra,
de espaldas a todo,
en el pasillo de la casa…
abrazarse mientras llueve.

Tengo una colección de imágenes
que uso para diferentes cosas.

Aquí todo tiene el azul de olas tranquilas
y cabezas encendidas.
En todo caso hay paz.